Reseñas
Anonymous
Hace poco más de un año, mi vida se estaba despedazando, y muy cómicamente podría añadir. Vivía en una antigua fábrica de cacahuetes en Oakland Occidental con otros siete malhechores, todos los cuales subían de curry enlatado y fanta naranja y se quedaban hasta el amanecer cada noche construyendo amplificadores de partes de autos viejos o desmontando motores de helicópteros y convirtiéndolos en baños de aves futuristas. No había ventanas ni tomas eléctricas en mi dormitorio. Nos llamamos a nosotros mismos artistas, incluyéndome a mí mismo. Todos los espejos estaban agrietados y había algo del planeta Neptuno viviendo en nuestro refrigerador. Nuestra pila de compost por sí sola a menudo recitaba de Bhagavad Gita. Pensé que iba a sacar a un Jack Nicholson de The Shining si no ganaba un respiro por la situación. Casi al mismo tiempo que me mudé en mi relación, un día me puse una llanta en mi bicicleta y me di cuenta de mis primeros pelos grises. Esa fue la gota que colmó el vaso. Así que un día me dije: NECESITO UN NUEVO TRABAJO!
Lo y he aquí, unas semanas después de comprar mi currículum en la "interweb", la buena gente de Goldstein Demchak me llamó y me ofreció el generoso cargo de Vice Primer Ministro del Mail Room. El Presidente, el Primer Ministro, Lord Shawn, resultó ser el hombre más amable y amable y nos llevamos bien la primera vez que reunimos un breve resumen.
Pasaron muchos meses de plenitud y buen humor. Me di cuenta sin duda de que la nuestra era la más Premier y Stellar Mail Room en todos los Principados de la Zona de la Bahía Feria y Noble. A través de nuestro vigor y atención al detalle enviamos un proceso dominante a todos nuestros enemigos, obligándolos a asentarse una y otra vez, a menudo suplicándolos a través de astutos usos de semicolones y CC. A través de todo, también me granjeé una admiración por los abogados de la firma, que también estaban de acuerdo en que la Sala de Correos de Goldstein era "lejos y lejos, por dios, un modelo de fuerza y precisión a tener en cuenta, por el mismo Lord Zeus".
Me enorgullece decir que todavía, un año después, soy el Viceprimer Ministro Real del Salón de Correos Magisterial de su Firma que mi vida, una vez en caos, es ahora un maldito zippy y ya no tengo una hoja de compost como compañero de piso.
